jueves, 10 de enero de 2013

LAS NANAS DE INÉS (6)


  DE JOSÉ LUIS CAMPAL
                      Y
 AURORA SÁNCHEZ

Una lengua tan dúctil y dada a la expresión afectuosa como el bable no podía faltar a la convocatoria de la modalidad lírica de la canción de cuna. De las abundantes muestras de que disponemos en nuestra habla autóctona escogemos la siguiente añada del fecundo dramaturgo y poeta ovetense, republicano exiliado, Emilio Palacios (1896-1989), autor de la conocidísima y locuaz comedia costumbrista de ambiente gijonés ¡Lenguateres! o Dios nos libre de un llevantu (1960), así como del monólogo cómico Bartuelu va pa L’Habana (1924), de exitoso recorrido. A este creador pertenece la notable nana «¡Callái, que dormi el neñín...!»:


Güeyinos castaños, boquina de grana,
manines que son cascarines de mar;
papinos con llumes de flor de manzana:
¡mio princés del alma, ¿quién te fai llorar?!

¿Por qué non te dormís, mio galán queridu?
¿Non ves que to madre velándote ta?
Da’veces qué penes me das tu, bien míu,
pensar qu’el Siñor te me pué llevar...

Vas a ser marqués, princés o menistru;
sabrás más de lletres que sabe to ma;
faciéndote flaire, llegarás a obispu,
si non... farás coples como fai to pá...

Toi llocu, muy llocu con el mio nenín:
¡si non lu hay más guapu en tou’l llugar!
¿Non veis qué veyures me fai? ¡Corderín:
tápate, raitán, que te vas costipar...!

Ya cierra los güeyos, ya fai pucherinos;
so boca y’un brotu’n sin descapullar.
(Quiciás ta suañando co los anxelinos.)
¡Mirái qué risina de repente-i da...!

Güeyinos castaños, llabinos de grana,
¡callái, que ya dormi, apagái la lluz...!
¡Qu’el Siñor te guarde, anxelín del alma!
«¡Por la siñal de la Santa Cruz

2 comentarios:

  1. Hay que guapes estes nanes pa Ines ......... mil besos Hermanina rebabosona

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  2. ¡Qué belleza! Es verdad que el asturiano es muy propio para estas cosas, igual que el gallego y, pienso, que cualquier lengua de aquellas que hemos llamado "lenguas de casa" ¿Por qué será? Pues eso, por eso mismo, ya lo creo.
    Un abrazo a la abuela, y un mimiño a Inés.

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